jueves, 10 de junio de 2010

* Cuarentones = Cuarent(a ladr)ones

A raíz de una composición de palabras
(Por: Lic. Arturo Vásquez Terán)
Muchos, confiaban en que serían los defensores de los ideales doctrinarios de su agrupación política, que eran las esperanza postergada de la juventud inerme e impávida, ante la presencia permanente de tiranosaurios políticos que le hacen daño al país por más de cuarenta años.

Se pensó que era la hora, que el momento había llegado para ellos, que la capacitación lograda, merecía ser demostrada gobernando el país o parte de el.

Estratégicamente, ya estaban ocupando importantes cargos a nivel nacional, en ese contexto podían decidir no solamente quien llega, si no también quien se va. En que se gasta poco o mucho más.

Pero, el poder obnubila, embriaga o hace realizar tonterías; parecidas a la que puede hacer cualquier vago de esquina, con la diferencia que se la hace de cuello y corbata.

Empezaron a disfrutar de las parafernalias y portátiles, pagadas con el dinero del pueblo, con esa plata que es de todos los peruanos y más de aquellos que viven en condiciones infrahumanas en pleno siglo 21. Compatriotas que todos los días luchan por comer algo, más que por salir de la pobreza extrema.

La sinvergüencería, la pendejada y el aprovechamiento, se hicieron realidad con igual costumbre e impunidad de quienes frisan otras edades. Se acabó el futuro idilio, que jóvenes cuarentones podrían salvar al Perú.

Y comenzó el beneficio económico propio, aunque con la sapiencia de los grandes tinterillos, haciéndole guachitas a la ley para no tener que devolver nada o ir con sus huesos a la cárcel. “Hecha la ley hecha la trampa”. O sea, ladrones de guantes blancos.

Descubiertos, capturados unos y otros políticamente protegidos para no estar en prisión, se conformará una comisión más del Congreso, se harán lobbies, se ofrecerán cargos y candidaturas, contratos de secretarias fantasmas y diversos favores a cambio de que nunca se entere el pueblo de la verdad.

Finalmente, sólo nos queda esperar, para enterarnos quienes se enriquecieron con la venta de
nuestro suelo, parte del territorio de todos los peruanos, y saber quienes son los malos y
los buenos.

Los buenos, aunque nunca serán oficialmente canonizados por la iglesia católica, se les considerará santos en todo el país.

Historia: El Mal Ladrón, llamado Gestas, fue uno de los malhechores que según el Evangelio de San Lucas fue crucificado al mismo tiempo que Jesús de Nazaret. Insultó a Jesús y no se arrepintió de sus pecados a diferencia del Buen Ladrón (San Dimas) que si lo hizo y obtuvo en recompensa la promesa de ir al paraíso el mismo día. Aunque nunca fue canonizado por la iglesia católica, se le considera como la única persona que fue directamente reconocida como santo por Jesús.